Decía Santa Teresa de Jesús en sus soliloquios de amor con su Cristo muy llagado,”abracemos bien la cruz/y sigamos a Jesús/que es nuestro camino y luz”, pues” en la cruz está la vida y el consuelo y ella sola es el camino para el cielo”.
Semana Santa en Úbeda, semana grande, para los cristianos y semana grande para los ubetenses. Son días para rezar, para encontrarse con el Señor, para renovar nuestra adhesión a Jesucristo y su Iglesia, que para nosotros no es escándalo, ni burla, ni suplicio ni tormento. Este Cristo para nosotros es luz, es gloria, es nuestra vida y nuestra Resurrección. Por eso no podemos dejar pasar estos días sin acercarnos a nuestros cristos y pedirle, por nosotros, por nuestra familia y amigos y sobre todo por nuestra ciudad, para que todos esos valores que representa la cruz se hagan realidad, porque su cruz es para nosotros, misericordia, esperanza, amparo, salud, consideración, fe, agonía, inspiración, perdón, milagro, pasión, amor, paz, piedad y victoria.
La emoción contenida, el nudo en la garganta, las lágrimas de los que nos pueden contenerse cuando sale el Señor, son también manifestación de que Cristo el señor nos sigue haciendo falta. Porque en esta vida se pasan muchos sinsabores, algunas soledades y necesitamos sentirnos amparados y consolados por Jesucristo. Es El quien pone en los labios de cada ubetense, ese ruego dirigido a sí mismo, porque quiere seguir bendiciéndonos.
Nada se ha inventado ni más grande ni más importante que la cruz. Nada salva como la cruz. Nada purifica como la cruz. Nada ilumina como la cruz. Nada sana y limpia como la cruz. Nada acoge y abraza como la cruz. Nada perdona como la cruz. Nada ama como la cruz.
Que “estas por mi en la cruz y no te quejas,” exclamaba Miguel de Unamuno. Que está hecha la cruz a medida de Dios y a medida del hombre. Que es la cruz resumen de los mandamientos. Que es la cruz el árbol bendito de la vida. La cruz es aceptación, es inmolación, es entrega, es ofrenda, es opción. “Porque para entrare en estas riquezas de la sabiduría de Dios- escribe San Juan de la Cruz-, la puerta es la cruz, que es angosta. Y desear pasar por ella es cosa de pocos”. Y Santo Tomás de Aquino decía, en la cruz se nos dan ejemplos de todas las virtudes: amor, paciencia, humildad, obediencia… La cruz es la clave del evangelio, la llave de la puerta santa del cielo.
El Papa Francisco, nos dice: “cuando dirigimos la mirada a la Cruz donde Jesús ha sido clavado contemplamos el signo del amor, del amor infinito de Dios por cada uno de nosotros y la raíz de nuestra salvación. De aquella Cruz brota la misericordia del Padre que abraza al mundo entero”. “Por medio de la Cruz de Cristo el maligno ha sido vencido, la muerte es derrotada, se nos ha dado la vida y se nos ha devuelto la esperanza” .“¡La Cruz de Jesús es nuestra única y verdadera esperanza! He aquí porqué la Iglesia ‘exalta’ la Santa Cruz, y he aquí porqué nosotros, los cristianos, bendecimos con el signo de la cruz”. El Papa nos dice además: “nosotros no exaltamos las cruces, sino ‘la’ Cruz gloriosa de Jesús, signo del amor inmenso de Dios. Signo de nuestra salvación, y camino hacia la Resurrección. Y ésta es nuestra esperanza”.
Os invito a todos, a seguir amando la cruz de Cristo, en las imágenes de nuestra semana santa, porque Cristo, sigue hoy derramando bendiciones sobre nosotros y sobre nuestra ciudad.
Gracias Señor por tu cruz, danos fuerzas para amarla y fuerzas para defenderla. Gracias por que tu cruz será siempre signo del hombre verdaderamente vivo en medio del mundo.
Antonio Vela Aranda
Arcipreste de Úbeda