Como os informábamos en la circular enviada esta Navidad, desde el día 24 de diciembre por la tarde hasta el 6 enero, la "Luz de Belén" estuvo en el cirio que permaneció encendido junto a nuestro Titular. Muchos hermanos la llevaron a su casa simplemente cogiéndola de allí mediante una vela.
Desde hace tres años, nuestra Cofradía viene recogiendo y transmitiendo “La Luz de Belén”. Esta llama se toma de la Cueva del Nacimiento y con la colaboración del movimiento “Scout” en Europa se distribuye por las diferentes diócesis.
“Próxima Estación, la Paz” era el lema de este año de la Luz de la Paz, un acto simbólico de solidaridad, tolerancia, amor y esperanza en un mundo más justo. La Luz de la Paz es un motivo para educar en la paz a los niños y jóvenes, paso imprescindible para construir la paz en el mundo. Otro objetivo es extender el trabajo activo a favor de la diversidad cultural, étnica, política y religiosa. Además, con la Luz de la Paz de Belén, se quiere acercar el sentido de la Navidad a los grupos, a las familias, a los pueblos y a los barrios menos favorecidos. Desde hace tres años, nuestra Cofradía viene recogiendo y transmitiendo “La Luz de Belén”. Esta llama se toma de la Cueva del Nacimiento y con la colaboración del movimiento “Scout” en Europa se distribuye por las diferentes diócesis.
Este acto es una iniciativa de Scouts y Guías de Austria que, con la colaboración de grupos Scouts de diferentes países de Europa y otros continentes, reparten la Luz de la Paz que ha encendido un niño o niña austriaco en la cueva del Nacimiento de Jesús en Belén. La distribución de la Luz de la Paz a todos los países participantes se realiza desde Viena. Allí, unos días antes de Navidad, se reparte la Luz a todos los asistentes para que la hagan llegar a sus respectivos países. Posteriormente, los Scouts y Guías la distribuyen por hospitales, asilos, prisiones y otras asociaciones de la capital austriaca. Proceso que se repite en cada una de las ciudades a las que llega la Luz.