24 abril 2007

Fotos del Jueves Santo en Cruz de Guía

En el siguiente enlace podréis encontrar algunas de las fotos de este pasado Jueves Santo que han sido realizadas o enviadas a la página cofrade "Cruz de Guía".


Conocemos de la existencia de videos y más fotografías realizadas en el interior de San Miguel durante el Via Crucis realizado, estamos realizando gestiones para tenerlas y ponerlas a vuestra disposición. Si disponéis de alguna grabación podéis compartirla en nuestra página si os ponéis en contacto con nosotros en la dirección de correo electrónico buenamuerteubeda@gmail.com



18 abril 2007

"Presalida" del Cristo de la Buena Muerte por Fernando Sánchez Resa

Son las nueve de la noche de este ajetreado Jueves Santo. He venido a la señorial iglesia de San Miguel en busca de ese enternecedor silencio que ya no se puede disfrutar en el exterior… Mientras La Columna pasa por la plaza Primero de Mayo, la iglesia de los Padres Carmelitas anda desierta, casi en penumbra. Únicamente la capilla de San Juan de la Cruz está abierta. Allí hacen obligada visita ciertos ubetenses, que aprovechan su tiempo, entre procesión y procesión, para adorar a Cristo Sacramentado en su altar bellamente ornado…

En la iglesia principal sólo hay una luz mortecina bajo el coro, que disipa, en parte, las tinieblas que la noche trae bajo su manto… Sólo se oyen voces cofrades e incluso de algún que otro visitante ‑foráneo o autóctono‑ que quiere ver y sentir a Dios Crucificado antes de que llegue el Viernes Santo.
Jesucristo ha sido descolgado del lateral izquierdo del altar, mientras algunos directivos y los más “madrugadores” cofrades ‑con su ropa talar negra‑ andan en los primeros bancos de la iglesia, asistiendo a los cotidianos preparativos de este singular vía crucis. En la penumbra, charlan e intercambian ideas y conversaciones de todo calibre. Se encuentran tranquilos, pues están seguros de que todo va a salir bien, como todos los años. Algunos frailes también están pendientes del evento.
Los cofrades se deciden a abrir la puerta principal para que puedan entrar los que aún no han llegado. Son las nueve y cuarto, cuando reina suma tranquilidad en el recinto sagrado, levemente interrumpida con murmullos cofrades y de los seis improvisados invitados que cuchichean y están sentados en los primeros bancos.
Encienden ahora los grandes pebeteros de pie y se va haciendo la luz paulatinamente ‑«Hágase la luz», nos dice el Génesis‑ y poco a poco, en esta magnífica iglesia, se va produciendo el milagro donde se mezcla, por ósmosis, la luz eléctrica con la de vela.
Varios cofrades rezan ante el altar, encomendándose al Altísimo, para estar límpidos y poder portar la Sagrada Imagen de Cristo, hoy en día que se reza tan poco… Después cogen al Cristo descolgado, que permanecía encima de los bancos, y cuatro de ellos lo colocan cariñosamente, con mucho mimo, ante el altar mayor, mirando hacia el fondo de la iglesia. La cara de Jesucristo Crucificado muestra un digno código de dolor y amargura, que representa la pesada carga de todos los pecados de la humanidad: pasados, presentes y futuros…
Se arremolinan ante el altar los catorce cofrades que ahora mismo están. La potente luz del lado izquierdo del altar nos ilumina a todos los presentes... Se respira tranquilidad y buen ambiente. Incluso se habla de la posible lluvia de mañana, un tanto anunciada.
Ya lucen vigorosas las cuatro redondas antorchas‑pebeteros y se van colocando, dos a la cabecera de Cristo y las otras ‑más separadas‑ a los pies. Se acaba de componer un especial cuadro semanasantero ubetense que sólo podemos apreciar los que aquí nos encontramos. Jesús, con los ojos cerrados, viene a representar las dobles vidas que solemos llevar, mientras la máscara del mundo se apodera de nosotros…
Ahora encienden las luces del coro y la iglesia pierde el cariz medieval que tenía… Sigue incrementándose el número de invitados, que no quieren perderse estos momentos sublimes… A la luz del coro, ya distingo las caras de los afortunados cofrades y de los observadores que nos hemos agregado a este acto. Aquellos están siendo partícipes de una doble vivencia, individual y colectiva, que no les importa declarar ante el mundo: «Dios existe. Dios viene cada primavera a redimirnos, a presentarse ante nosotros para que lo recibamos ‑o lo rechacemos‑ una vez más…».
Se advierte de que las personas que están en el coro lo abandonen, pues se ha de apagar la luz. Como tardan en hacerlo, ahora esto parece una pequeña fiesta donde voces, luces y charlas ‑más o menos desentonadas‑ pululan. Ya se oyen los tambores en la calle, parecen llegar y llamar a la puerta de la iglesia para que se les abra. Todos vamos en busca del silencio y del recogimiento, que tanta falta nos hace… Por fin, se apaga la luz del coro y sólo quedan las luces del lado izquierdo del altar, mientras ahora resuenan los tambores, con su bronco sonido, produciendo recio eco, cual si templaran nuestras conciencias.
Viene el guión con sus tulipas encendidas, a la medida de cada cofrade. Avanza a lo largo del pasillo central y se va distribuyendo, silenciosamente, a ambos laterales de la iglesia. Sólo se oyen los varales y un murmullo lejano exterior leve, y el interior ‑el más genuino‑ que borbotea y resuena fuerte en las conciencias de los allí presentes.
Ya está toda la iglesia tomada por los penitentes. La mayoría está de pie, luciendo sus tulipas… Algunos andan sentados en los bancos de madera, tratando de coger fuerzas para la procesión que se avecina.
Habla el presidente, Leonardo Tallada: «Si os vais a descalzar, dejad el calzado sobre los bancos». Este es un rito ancestral que se repite año tras año. En cuanto se toque silencio no se moverá ‑ni oirá‑ un alma… Algunos se levantan el gorro o baberola para poder ser reconocidos. Hay olor a fuego de los pebeteros. Las tulipas tienen una pila parecida a la que tenemos los humanos en nuestro interior…
La gente se va descalzando, en notable número, para cumplir la promesa hecha en fechas anteriores, pues desean cumplir el contrato con el Dios cercano que cada cofrade lleva dentro…
Habla el sacerdote: «Vamos a comenzar nuestra estación de penitencia. Para hacerla, debemos rezar el padre nuestro y estar en actitud orante y peregrina. Úbeda es la catedral que vamos a recorrer, como se hace en las grandes capitales andaluzas, donde no se sale de allí para estacionar el Vía Crucis. Saldremos de esta catedral y volveremos a ella. Por el recorrido, vamos a orar…». Nos invita a mirar al Señor y declamar el padre nuestro. Se reza, e insta a llevar cada uno la cruz vital que le ha tocado…
Vuelve a tomar la palabra el presidente: «Saldréis, tras de mí, fuera del recinto eclesial: guías, cruz guías, farolas de Cristo y la bandera». Así lo hacen, pues la primera estación de penitencia empieza dentro de la iglesia.
El coro de la parroquia se encuentra dispuesto en el altar mayor, tras el Cristo Crucificado, todo atento y sigiloso, cual espectro del más allá…
El presidente apunta: «Nos tapamos la cara». Y la cruz guía, farolas guías y farolas de Cristo lo acompañan hacia el fondo de la iglesia, casi a la salida. Las cuatro antorchas‑pebeteros del altar son las primeras en marchar al fondo del recinto eclesial, precedidos de su presidente.
La puerta grande de la iglesia está de par en par y ya antes, cuando entraron, se veían múltiples relámpagos humanos cual estrellas fugaces del firmamento ubetense…
«Cara tapada, silencio, buena procesión a todos», musita el Hermano Mayor de esta cofradía del silencio. La iglesia es un auténtico receptáculo medieval. Ahora se vuelve a abrir la labrada puerta y los tambores, con su seco tono monocorde, van saliendo parsimoniosamente a la calle, mientras las luces de los flashes no cesan de brillar desde afuera… La recoleta plazoleta y sus aledaños se encuentran abarrotados de expectación desbordante, de gente ansiosa que quiere empaparse de esta procesión de auténticos penitentes. Se palpa un silencio sepulcral… Todos nos encontramos de pie y absortos en el espectáculo humano‑divino que se nos brinda gratuitamente, como la gracia santificante a los cristianos….
Ya se mueve en este momento el guión, cuando se escucha un celestial canto acompañado de suaves golpes de pandero que nos transmiten el mensaje más ancestral. Un conjunto de voces angelicales, bien conjuntadas, nos erizan el cabello. Es la “Cuarta Palabra”, compuesta y dirigida por Manuel García Villacañas. Su coro, “Llama de Amor Viva”, de la parroquia de los Padres Carmelitas Descalzos, lleva más de veinte años funcionando y colaborando con la Semana Santa ubetense y con esta cofradía del Cristo de la Buena Muerte… Interpretan una composición de Las Siete Palabras de Cristo que organiza la cofradía y sirve de acto penitencial sincero, cofrade y personal, pues llevan desde el año 2 000 haciéndolo. En Cuaresma se hizo una reposición…, aunque no tuvo demasiada difusión; mas cuando el público amante de la música y lo sacro, en clave ubetense, se entere, no tardarán en demandar masivamente un CD de este conjuntado y compacto grupo vocal que nuestra Úbeda atesora… Es la maestría de Manuel García Villacañas, protagonista principal, que compone, dirige y ve hecha realidad inmediata lo que su estro de artista musical y pictórico le dicta…
En la suntuosidad y serenidad de esta iglesia de San Miguel, todos nos encontramos hieráticos, concentrados en el mensaje plástico cristiano que ahora se nos transmite. Las voces parecen venidas del más allá para el más acá presente que contemplamos… Ahora callan. Se ha quedado flotando en el ambiente, como una invisible madeja, el silencio y el perdón de todos los presentes.
Siguen los flashes desperezándose en el exterior de la iglesia. Parece un relampagueo continuado en esta mágica noche de Jueves Santo.
Ya la trompeta interpreta solitariamente un lamento, la Canción del Silencio, que vuelve a emocionarnos vivamente mientras que el Cristo Crucificado, en andas, está a la puerta del templo, diciendo a todos: «Soy Yo, que no os he olvidado…». Ahora le acompaña un leve repiqueteo de tambor. Al finalizar, sigue reinando con fuerza el silencio y el recogimiento, tanto dentro como fuera de la iglesia…
El guión va saliendo lentamente. Son las diez y diez de la noche. En este momento, suena la campanilla inicial que parece en un instante desdoblarse al salir a la plazoleta. Es ella misma, que ha tomado duplicado timbre de eco renovado… El coro de la parroquia sigue a la espera de que «todo se haya consumado», como apuntan las palabras del evangelista, cuando Jesús muere en la Cruz… No paran los flashes de verse desde el interior: parecen fogonazos de corazón que dan vida a esta celebración…
Todo ya es paz, silencio y serenidad en este magno y glorioso templo, en el que he asistido a un espectáculo humano con cuño divino. A más de uno le va a servir para tenerlo por siempre impreso en su memoria cual bálsamo de paz y de contento…
Se va cerrando la puerta principal, porque resuenan sus goznes y pestillos… Nos hemos quedado solos con el coro; y alguna que otra persona marcha a la calle esperando llenar su alma con el agua que nunca dará sed, como le propuso Jesús a la samaritana… Henchirse de un suave perfume, ungüento vital que regenere nuestro interior para siempre...
Úbeda, 13 de abril de 2006.

06 abril 2007

Finalmente la procesión fue suspendida

Foto: Eugenio Santa Bárbara
Muy a nuestro pesar, al filo de las 21:30 horas la Junta Directiva de la Cofradía tomó la determinación de no procesionar debido a la lluvia pertinaz que en ese momento caía y que las previsiones no aseguraban ninguna mejoría.

El hermano mayor se dirigió al nutrido número de hermanos congregados en la Casa de Hermandad exponiéndoles el acuerdo, y entre la tristeza de los presentes, informó de los actos que se iban a desarrollar a lo largo de la noche.

El guión perfectamente formado, pero sin atributos ni faroles, bajó al encuentro de nuestro Titular en la Iglesia de San Miguel. La puerta se abrió y encontramos a nuestro Cristo de la Buena Muerte en el altar, escoltado por sus faroles de llama natural, con la Iglesia en oscuridad y en hombros de los cofrades que este año lo iban a portar. El guión accedió en silencio y posteriormente, tras el cariñoso recibimiento de nuestro consiliario Fray José Valero, entraron los hermanos que portaban la medalla de la cofradía y el resto de público que se había congregado en la plaza.

Una vez allí, comenzó la celebración del solemne Via Crucis en el que se intercaló la "Oración de las Siete Palabras" del Coro "Llama de Amor Viva" al que agradecemos su dedicación generosa y su cariño hacia nuestro Titular y nuestra Cofradía. La tristeza de todos nosotros se convirtió en reflexión y rezo hacia Nuestro Señor Crucificado. A la finalización del Via Crucis, fue interpretada "Silencio y Oración" por los hermanos trompeteros, mientras los hermanos portadores colocaban delicadamente al Cristo en el altar preparándole para el multitudinario besapie que se celebró a continuación.

Finalmente, el Coro nos emocionó con el "Himno de la Buena Muerte", maravillosamente cantado. Una vez terminado este acto, el guión volvió a formarse y con el mismo respeto de ocasiones anteriores, volvió a la Casa de Hermandad, en orden y silencio, para disfrutar del Hornazo de Hermandad.

No podemos dejar pasar la oportunidad de agradecer y alabar, el comportamiento del gran número de hermanos que ataviados con el hábito penitencial acompañaron a nuestro Cristo, al gran número de hermanos que nos acompañó con su medalla, al público que bajo la lluvia nos esperaba y que participó en silencio en el Via Crucis. Y por supuesto, a nuestro consiliario Fray José Molina que está haciendo un trabajo excepcional dentro de la cofradía, a los Padres Carmelitas que nos acogen con tanto cariño y al Coro "Llama de Amor Viva" que nos ayuda, nos enriquece y con el que tenemos una deuda de gratitud impagable.

En cuanto recabemos, las fotografías que se realizaron en este acto las publicaremos en esta página.

05 abril 2007

Noticias a las 19:00 horas del Jueves Santo



Por el momento no hay decisión adoptada. Estamos pendientes del rumbo de la meteorología en esta tarde tan inestable. No perdemos la esperanza. Probablemente, no habrá decisión en firme hasta los últimos minutos, si persiste el tiempo como está a esta hora, nublado pero sin lluvia.

En cualquier caso, si finalmente es imposible, realizar nuestra procesión a las 22:00 horas, realizaremos ante nuestro Titular un solemne Via Crucis con la ayuda del Coro "Llama de Amor Viva" y su "Oración de las Siete Palabras", dirigido por nuestro consiliario Fray José Molina.

Rogamos a nuestros hermanos, que si no llueve generosamente, se concentren en la Casa de Hermandad. A la hora de acceder al templo, se priorizará la entrada del guión formado por los hermanos uniformados.

Si finalmente no podemos procesionar este acto será público, tras la entrada del guión.


Sin novedades por el momento.


El día ha amanecido cubierto, nos sentimos cercanos a las cofradías hermanas que o no han podido realizar su desfile procesional o han sufrido dificultades durante el mismo y a sus hermanos cofrades. Esperemos que la climatología nos permita realizar nuestro recorrido y el de las cofradías de este Jueves Santo.

En principio, sigue vigente el comunicado de ayer de nuestra cofradía. Se agotarán hasta el último momento las posibilidades de realizar nuestro desfile procesional y no se descartan, si las condiciones meteorológicas no son extremas, algunas otras posibilidades.

Un saludo a todos los cofrades y no perdamos la esperanza.
La Junta Directiva.

04 abril 2007

Comunicado de la Cofradía.

Desde esta cuaresma está a disposición de los hermanos y de cuántos quieren conocer más información de la cofradía esta página.

Es por esto que en estos días en los que la información necesaria, debe ser revisada minuto a minuto, os recomendamos que visitéis la página de la cofradía, puesto que trataremos de transmitir la última hora de las noticias que se vayan produciendo.

No obstante lo anterior, os queremos recordar a los hermanos de la cofradía, que sean cuales sean las condiciones meteorológicas de este Jueves Santo, estáis citados en la Casa de Hermandad situada en la calle Cava, 26, que como bien conocéis dispone del sitio suficiente para acogeros. Estará abierta desde las 19:30 horas hasta las 21:15 horas en la que marcharemos hacia la Iglesia de San Miguel.

Una vez allí, trataremos de adoptar la decisión más adecuada para todos, que
en vista de los últimos antecedentes debe de ser tomada tan solo minutos antes de la procesión con las informaciones más recientes disponibles.

Es por esto, que
pedimos a los hermanos que acudan a la Casa de Hermandad con el hábito penitencial para procesionar. Hemos sido testigos durante estos días de Semana Santa de días desapacibles, que finalmente han permitido a nuestras cofradías hermanas procesionar sin novedad. Por eso, os pedimos que no caigáis en el desánimo, porque estaremos al lado de nuestro Cristo tanto si el tiempo lo permite como si no, y hasta el último momento no lo sabremos.

En el caso extraordinario, de que no pudiéramos realizar nuestra procesión, se ha dispuesto con la ayuda inestimable de la Comunidad Carmelita, nuestro consiliario Fray José Molina y el coro "Llama de Amor Viva", un acto muy en consonancia con los organizados por la cofradía durante esta cuaresma ante nuestro titular, en el que en principio tendrán absoluta preferencia los hermanos de la cofradía vestidos con su hábito que entrarán debidamente organizados a la Iglesia de San Miguel.

Esta información y otras ampliadas las encontrarán en
http://buenamuerteubeda.blogspot.com, en el email buenamuerteubeda@gmail.com o en el teléfono de la cofradía 639761001.